Este año se cumplen diez años desde el debut de Vetusta Morla, la banda clave de la nueva ola del indie de la última década. Un día en el mundo, como así se llamaba, suponía un aire nuevo a los grupos que ya teníamos, una nueva dimensión en cuanto a la forma de componer más allá de una estructura de rock básica. Supuso todo un éxito, pero no fue algo que se quedó ahí. La evolución de la banda ha sido algo propio de quien tiene un amor exquisito por la música, de apostarlo todo a una carta en el momento en que hay que decidir si elegir la música o la vida, que dirían en Trainspotting. Y ganó la opción más difícil en España: la de una vida dedicada a la música.
Diez años dan para mucho en una vida, pero en un grupo es algo muy relativo. No es solo la década de la banda, es la de cada miembro, la evolución racional de cada uno y lo aprendido con el instrumento. En el caso de Vetusta Morla esto ha supuesto una notable mejoría, palpable desde Un día en el mundo. Y es que el disco se publicó en 2008, pero llevaban activos desde 1998. Si entre los de esos años y los de 2008 dejaron pasar todo ese tiempo para el disco, cómo no habrán cambiado en los siguientes diez.
Sin dejar de lado el hecho de que esto es música popular, sus composiciones se han desarrollado de forma más que notable. De Valiente o Sharabbey Road a Consejo de Sabios o 23 de Junio hay unos cuantos giros de tuerca en su sonido y en su carrera. Mismo sitio, Distinto lugar supone eso, la banda de siempre con una nueva percepción de la música. No solo de componerla, también de hacerla llegar a sus fans. Y es que los madrileños ficharon hace un año por la multinacional para la distribución de este nuevo disco y toda su obra anterior, lo que hizo pensar que los cimientos del indie español empezaban a temblar, aunque no se han movido demasiado.
Tres años más tarde ese día en el mundo, Vetusta Morla publican Mapas. Y, si bien dicen que segundas partes nunca fueron buenas, la profecía se cumple con este disco. Pero es que el grupo ya estaba en el mapa, valga la redundancia. Todo el mundo los conocía y daban cada vez más que hablar, la escena de los festivales se acrecentaba, otras bandas indies salían a flote y el mar estaba más lleno que nunca. Tal era su fama que en 2011 también publicaron el disco Los ríos de Alice, banda sonora de un videojuego indie.
Con La deriva llegaría su álbum más guitarrero y cañero, con canciones como el single Golpe maestro. Hasta noviembre este fue su último disco de estudio, pero no estuvieron precisamente de vacaciones. 15151 fue el disco en directo grabado en el Palacio de los Deportes de Madrid en 2015, que se unía al recogido con la orquesta sinfónica de Lorca en 2013.
Pero si de guitarras hablamos, no es de extrañar que Mismo Sitio, Distinto Lugar incluya temas como Te lo digo a ti, donde el fuzz es el ingrediente principal del estribillo, o Guerra Civil, con unas dinámicas perfectas, tranquilas pero perfectamente ejecutadas. Aunque ahí no queda la cosa. En los 38 minutos del álbum caben desde el vals 23 de junio hasta La vieja escuela, llena de referencias a artistas icónicos y una base instrumental perfectamente acoplada. Palmeras en la mancha, que cuenta historias surrealistas con los miembros de El Mundo Today de fondo o la épica de Consejo de Sabios hacen de este disco un paso más en la carrera de Vetusta Morla, una evolución natural pero a la que no todos llegan con esta naturalidad.
Una mochila cargada, paso ligero y cuesta arriba sin mirar atrás. Ese fue el plan escogido por Vetusta Morla y el que siguen día a día, más aún con la publicación de Mismo sitio, Distinto lugar. Además de las buenas críticas del disco, su gira les ha llevado por toda la geografía española, acumulando también buenos comentarios sobre un directo que no deja a nadie insatisfecho. Para 2019 ya han sido confirmados en festivales como el Mad Cool o BBK Live, además del NOS Alive portugués o una visita a las Islas Canarias. Pero antes cerrarán 2018 el 30 de diciembre en el WiZink Center madrileño, concierto para el que no quedan entradas.
Vetusta Morla han pasado en diez años desde su debut de ser el futuro de la música española a ser su presente, a representar y ser referente de todo un género. Una banda con miles de fans y un grupo al que mirar y escuchar con detenimiento, influencia ya de nuevos artistas.